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Memoria

Calles José Franchy Roca, Fernando Guanarteme, Tomás Miller y Joaquín Costa
Las Palmas de Gran Canaria

Los huecos urbanos, solares públicos o privados que se encuentran temporalmente en desuso, son espacios vacantes a la espera de un destino urbanístico, pudiendo participar de forma temporal pero activa de la vida diaria de la ciudad mientras éste llega, tanto desde el punto de vista ambiental y cultural como de relación cívica entre los ciudadanos.

En la confluencia de las calles José Franchy Roca y Fernando Guanarteme y entre las calles Joaquín Costa y Tomás Millar se presentaba un gran vacío, de 1.750 m2, resultado de la demolición de varios inmuebles, que dejó visibles dos medianeras en esquina, de entre dos y seis plantas, y una gran plataforma a nivel de calle situada estratégicamente en un entorno que se transformaría sustancialmente, en base a las directrices contenidas en el Plan Director de la Zona Comercial Abierta de Puerto-Canteras, mediante, entre otras actuaciones, la jerarquización y peatonalización de las calles adyacentes.

La propiedad del solar mencionado autorizó al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria su uso temporal como Hueco Urbano.

Se propuso una actuación, en línea con otras de Santiago Cirugeda, en Sevilla, y Patricia Di Monte e Ignacio Grávalos, en Zaragoza (estonoesunsolar), de bajo coste y que posibilitase la reversión a la propiedad en cuanto así lo solicitase, utilizando elementos sobrepuestos y reciclables, fácilmente desmontables dado su carácter efímero, y que contase con el apoyo vecinal, el patrocinio comercial y la colaboración de diversos Servicios Municipales y empresas de servicio.

Se planteó la colocación de contenedores marítimos reciclados y manipulados, eliminando total o parcialmente sus cerramientos, de tal forma que su disposición generase un juego volumétrico y de relación con las calles y medianeras, y que estuvieran dotados de usos diversos, como generadores de sombras y perspectivas, como elementos de referencia, como jardineras, como escenarios, como pasarelas, etc.

También se dispuso de vegetación dispersa en anillos prefabricados de hormigón para pozos de saneamiento, de distintas alturas, a modo de grandes maceteros, evitando que las especies enraícen en el terreno natural.

Por otra parte, se reciclaron materiales disponibles en los almacenes municipales (bancos de hormigón, bordillos, pavimentos, etc.), colocándolos de manera singular en algunos casos.

Los trabajos se iniciaron el 14 de diciembre de 2012 y se desarrollaron durante dos meses, siendo la empresa adjudicataria Proarguineguín, S.L., que quedó encargada de la limpieza del solar, de realizar las demoliciones, excavaciones y canalizaciones necesarias, del aporte de tierras batidas y de la manipulación de los contenedores marítimos, así como, del transporte y colocación de elementos de mobiliario urbano.

Los servicios municipales de Vías y Obras, Alumbrado Público, Limpieza Viaria y recogida de Residuos Urbanos, Tráfico y Transportes, Mobiliario Urbano y Parques y Jardines colaboraron estrechamente en la consecución de este primer hueco urbano de la ciudad.

También se contó con la participación de las compañías suministradoras de telefonía, agua potable y energía eléctrica, facilitando el soterramiento de sus instalaciones aéreas provisionales, así como, con las empresas Operaciones Portuarias Canarias, S.A. (OPCSA), Lorenzo Pérez Domínguez, S.L. (DOPESA) y Demoliciones y Excavaciones Kilo, S.L., que aportaron gran parte de los materiales a reciclar que conforman la actuación.

El presupuesto de adjudicación ascendió a 24.050,75 euros, sin incluir la colaboración de los distintos servicios municipales.

El tratamiento de medianeras lo realizó la empresa Pinturas Suárez, S.L., entre los días 9 y 30 de abril de 2013, incluyendo el rotulado de tipografías explicativas de la actuación, por importe de 10.850 €.

A finales de marzo de 2017 se inició el desmontaje de todos los elementos del Hueco Urbano para la devolución del solar a la Propiedad, reciclando el Ayuntamiento las escolleras, la vegetación y el mobiliario urbano con destino al Parque de La Ballena.

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