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Memoria

El proyecto surge de la necesidad de crear un espacio abierto a la calle casi como continuación de la misma. Para ello se crean dos planos continuos horizontales, suelo y techo, creando así un espacio diáfano donde se disponen las cajas o boxes. La sala de espera se proyecta a modo de plaza como continuación de la galería del edificio.

El programa de la clínica se crea a través de un armario de servicio que distribuye los distintos usos; recepción, ortopanto, despachos y zona de servicios, transformándose y volcándose a los espacios por donde pasa.

Los materiales utilizados juegan un papel importante. Se usa la lama de madera en el techo en la dirección longitudinal del local con la misma idea de proyecto, dándole continuidad y profundidad. El suelo se construye con gres porcelánico blanco de alto brillo reflejando la dirección de las lamas enfatizando las perspectivas.

La cajas o box se levantan y se separan del suelo dando sensación de ingravidez posándose en una planta o suelo libre. La iluminación es protagonista, integrándose entre lamas en el techo resalta nuevamente las líneas y apareciendo entre suelo y techo hace que las cajas sean exentas.

La fachada es totalmente permeable atravesando algunos elementos el vidrio del escaparate formando parte de la galería del edificio y de la calle. Las lamas del techo se convierten en un filtro de luz y el mueble de servicio asoma invitando a entrar al espectador.

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