Centro de interpretación de las Fortalezas, Santa Lucía de Tirajana

Ubicación
Hoya del Rábano 48. 35280 Santa Lucía de Tirajana
Año de terminación
2012
Superficie total construida
488,76 m2

Agentes:

Arquitecta
Guacimara Delgado Quintana
Constructor
Pérez Moreno SAU
Arquitecto técnico
Manuel Cabrera Suárez
Ingeniería instalaciones
RG 10 Ingeniería SL
Proyecto museográfico
Tibicena Arqueología y Patrimonio SL
Arquitecto colaborador
Javier Cabrera Librada
Arquitecto colaborador
Aarón Medina Arias

Memoria

El proyecto arquitectónico del Centro de Interpretación de Las Fortalezas, surge de dos ideas fundamentales: el programa a desarrollar en su interior y la relación con el entorno.

Es de ahí, de los tres roques que se encuentran en el Barranco de Tirajana, Fortaleza Chica, Fortaleza Grande y Titana, de donde surge la idea del centro de interpretación como un todo formado por tres piezas independientes comunicadas por un espacio intermedio. Mientras las tres piezas se entienden como unos volúmenes cerrados y sólidos con su función claramente definida, (albergan los dos ámbitos del proyecto museológico y un tercero destinado a servicios) el espacio que las rodea es fluido y flexible, ni interior ni exterior, lo que nos permite la posibilidad de darle diferentes usos relacionados tanto con actividades del propio centro, como zona de exposición temporal de piezas singulares del yacimiento, o que sea utilizado por los habitantes de la zona, como lugar de reunión.

En el diseño del edificio, se han utilizado recursos del entorno, del yacimiento arqueológico y de la arquitectura tradicional del asentamiento en el que se encuentra: desde las trazas de los tres promontorios rocosos como guía para orientar los tres volúmenes, muros de mampostería con piedra extraída del yacimiento durante las labores de limpieza previas a la excavación arqueológica, blanco en las fachadas tomado del encalado de las construcciones de la arquitectura tradicional, y detalles como las esteras de junco de la fachada, elaboradas con la misma técnica que las encontradas en las cuevas funerarias con las que envolvían a las momias y los grabados rupestres del yacimiento que han servido de referencia para la señalética.

La superficie del edificio, se ajusta a un programa muy concreto que surge de las necesidades básicas del centro de interpretación, contando igualmente con un presupuesto limitado. Desde el proyecto museológico y museogáfico propuesto, realizado por la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio S.L. que actualmente gestiona el centro, se ve claramente la intención de diferenciar dos ámbitos a la hora de desarrollar el discurso expositivo: uno consiste en la reproducción del habitat en cueva como soporte para explicar una serie de conceptos relacionados, de vital importancia a la hora de entender este yacimiento en concreto, y un segundo ámbito, en el que se abordarán de manera más genérica cuestiones relacionadas con la arqueología y el método arqueológico, todo ello sin olvidar el entorno natural, cuyo soporte expositivo es la propia cubierta del edificio.

El recorrido del centro de interpretación para el visitante comienza en el primer volumen de servicios, donde encontramos la recepción, la tienda y los aseos. Desde ahí, atravesando el espacio intermedio, iniciamos la visita, dirigiéndonos hacia el volumen más alejado destinado a albergar la reproducción de la cueva, y que aprovechando la topografía del terreno, es el más enterrado y oscuro para potenciar la sensación de profundidad. En el interior el visitante se encuentra con un espacio inicial de transición, de suave iluminación, donde se expone una maqueta de la zona y se explican los trabajos realizados en la Fortaleza y su historia, para posteriormente pasar al recinto de la cueva, donde la oscuridad será la sensación predominante y donde se explicará el habitat, los enterramientos, los graneros y silos y el ritual, todo relacionado con este singular espacio.

Para salir, como se trata de un espacio continuo, el visitante volverá a pasar por el espacio de transición saliendo al exterior de la sala y dirigiéndose al tercer volumen, de carácter más abierto y con algo de iluminación natural, donde se proyectará un audiovisual, para terminar la visita con un panorama general de la arqueología insular. De ahí salimos hacia el espacio intermedio y volvemos a pasar por la recepción y tienda, saliendo finalmente del edificio.

Esta disposición e independencia de las salas, permite al visitante configurar la visita con cierta flexibilidad, ya que se puede visitar una sala, las dos o únicamente el espacio intermedio.

En cuanto a los recorridos para el mantenimiento del centro, se crea en el volumen de acceso, una zona de uso restringido con un almacén con acceso independiente desde el exterior, cuarto de instalaciones y vestuarios para el personal. En el resto de volúmenes, se creará un recorrido trasero al montaje expositivo para permitir un fácil mantenimiento sin interferir en la visita.

Una vez realizada la visita interior, se realiza la visita al yacimiento. Como inicio de dicho recorrido, se accede a la cubierta del centro por la escalera de fachada (o de acceso rodado por el camino lateral) como plataforma de observación y de explicación de todo el entorno circundante.

Será de ahí desde donde comience la pequeña caminata hacia el yacimiento, por un camino existente.

Localización: