Sede de Red Eléctrica de España en Vegueta, Las Palmas de Gran Canaria

Ubicación
Calle Juan de Quesada 9 esquina calle Doramas. 35001 Las Palmas de Gran Canaria
Año de terminación
2009
Superficie total construida
3.970,78 m2

Agentes:

Arquitecto
Ayala Arquitectos
Arquitecto
Héctor García Sánchez
Arquitecto
Eva Llorca Arquitectura SL
Arquitecto técnico
Luis María Rodríguez Fernández
Ingeniero
Gautier Dubois
Promotor
Inversiones Malleo SL
Constructor
Nanco SL

Memoria

Intervención urbana

La intervención permite la continuidad de la estructura de espacios libres internos tan característica de esta zona del centro histórico de Vegueta.

Desde los jardines del Rectorado, hasta los jardines del Obispado, la secuencia de espacios genera bolsas de naturaleza interna que acompañan el skyline de la arquitectura existente en su perímetro.

En esta situación, el edificio de REE se alinea al borde de la parcela hacia el Guiniguada, calle Juan de Quesada esquina calle Doramas, liberando el espacio hacia el sur para diseñarlo como plaza pública interior.

La plaza se entiende como el espacio principal de acceso al edificio y como una oportunidad para generar un jardín vertical que, a modo de piel, por contraposición se relaciona con las medianeras existentes.

Las medianeras constituyen un tapiz heterogéneo de diferentes épocas, métodos y materiales constructivos.

Se superpone un plano vertical a modo de «piel perforada», metálica y neutra. Se diseña con diferentes tamaños de poros, transparencias y opacidades. Es el soporte para un nuevo sistema del verde, que aflora de su interior para generar un nuevo Lienzo Urbano.

Las medianeras se convierten así en un sistema vivo, cambiante según las estaciones y el paso del tiempo.

El edificio

Frente a la arquitectura típica del centro histórico de Vegueta-Triana, el edificio de REE adquiere un papel relevante y significativo al plantear un nuevo diálogo desde los preceptos de la arquitectura contemporánea.

El nuevo volumen arquitectónico establece, por contraposición, una relación crítica conceptual entre el tipo de intervenciones que a priori puedan entenderse como ajenas a los parámetros normativos de composición arquitectónica propios de los centros históricos y aquellos que llevan a reproducir nuevas arquitecturas miméticas de los mismos.

El edificio se concibe como una caja etérea, reforzada por la levedad del material del cristal. Sus fachadas multiplican en reflejos los diferentes paisajes urbanos que lo rodean, incluso aquellos interiores del sistema verde entre parcelas que no se ven desde la calle.

Cada plano de fachada se convierte en un lienzo donde se dibuja en sombras el entorno inmediato. La policromía de las fachadas se diluye hacia la vertical aligerando su efecto. Esta visión es nueva en el centro histórico, su levedad se contrapone a la pesadez inerte de la piedra de las otras fachadas existentes en el entorno.

Frente a los reflejos y juegos de luces, «la piel de cristal» permite, en su movilidad y apertura, el control visual interior-exterior, la ventilación cruzada y el filtro de la visión y la luz solar directa.

«La piel de cristal» no solo refleja y multiplica paisajes, sino también respira y mira.

Localización: