Acondicionamiento de edificación para centro de interpretación de Risco Caído, Artenara

Ubicación
Calle La Cilla s/n. 35350 Artenara
Año de terminación
2015
Superficie total construida
364,63 m2

Agentes:

Arquitecta
Leticia Romero Hernández
Arquitecto
Ancor Suárez Suárez
Arquitecta
Acoraida Castro Gómez
Arquitecto colaborador
Borja Pajuelo Cabrera
Fotógrafa
Leticia Romero Hernández
Fotógrafo
Ancor Suárez Suárez
Fotógrafa
Lorena Chirino Cabrera
Promotor
Cabildo de Gran Canaria. Patrimonio

Memoria

Acondicionamiento de Centro de Interpretación de Artenara. Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria han sido designadas como la candidatura española a Patrimonio Mundial de la Unesco.

El proyecto aborda una intervención en un conjunto de edificaciones existentes formado por dos construcciones colindantes, de una sola planta. Una de ellas, albergaba el punto de información turística del municipio, y se configuraba como un cuerpo edificado con planta rectangular y cubierta a un agua anexo a varias pequeñas cuevas horadadas en la roca, formando el conjunto la típica “casa-cueva”, tan presente en el municipio de Artenara. La otra edificación, se trataba de una nave sin uso específico totalmente diáfana y también vinculada a un gran espacio excavado en la piedra. La construcción de ambas edificaciones se realizó de manera independiente y con distinto criterio, lo que dio lugar a dos edificaciones completamente distintas sin unidad estética. Los elementos construídos no presentaban ningún valor arquitectónico reseñable, más allá de responder a la tipología de casa-cueva predominante en la zona. Por otro lado, el interior del conjunto se encontraba totalmente desvirtuado.

La intervención tenía por objeto el acondicionamiento de ambos cuerpos edificados y sus cuevas para la futura musealización del centro de interpretación de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria. Para ello, se unieron y adecuaron ambas edificaciones para conseguir una planta diáfana. El proyecto contaba con un ajustado presupuesto de ejecución material con el que lograr un espacio de carácter más dotacional y acorde con la escala del conjunto edificatorio del pueblo de Artenara.

En el exterior se pretendió unificar los dos volúmenes edificados. El edificio de acceso se recubre con una celosía de lamas verticales en “V” dispuestas en tres posiciones que generan un movimiento en la fachada consiguiendo de este modo un plano más dinámico. Estas pletinas se pliegan para conseguir mayor rigidez, configurando de esta manera un “biombo” autoportante en el que los elementos pivotan para controlar la entrada de luz tamizada en el interior del edificio, más acorde con las condiciones lumínicas necesarias para el futuro espacio expositivo.

La nave expositiva formada por el cuerpo anexo a las cuevas existentes se cierra al exterior para hacer de antesala y elemento de transición entre el acceso y la zona expositiva de las cuevas. Al intervenir para “cerrar” la fachada y aislar la sala del exterior, se tapiaron los huecos existentes con hormigón desbastado y se incluyeron unas pequeñas troneras de ventilación y entrada de luz controlada en la parte superior del paño vertical que enfatiza el juego de luces y sombras en el propio sustrato de piedra.

La intervención en el interior se trató en gran medida de una “limpieza” de paramentos y elementos que compartimentaban el espacio, de tal manera que el proyecto contempló intervenir lo mínimo en la piedra. En este sentido, todas las instalaciones discurren por un perfil metálico en forma de U suspendido de los paramentos y que recorre la totalidad del edificio serpenteando por las distintas estancias. De esta manera se consiguió un espacio fluído y diáfano en el que todos las zonas resultantes están conectadas entre sí.

Localización: